10 consejos de la doctora Virginia Bolaños Duran 2007469 (hospital Arcángeles, Xalapa, Veracruz)
1. Los recién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, por lo tanto la cantidad
de leche que les cabe es también pequeña. Los
intervalos entre las tomas deben ser los que su cuerpo exija. Todos los
pediatras recomiendan la lactancia demanda (salvo excepciones por enfermedad).
2. Muchos bebés regurgitan después de mamar o de tomarse el biberón. Es algo normal. No hay razón para preocuparse, pues no suele ser mucha
cantidad. Por regla general, solo echan la leche que han tomado de más.
3. En ocasiones, el peque no se queda satisfecho después de mamar un largo
rato. Esto puede pasar porque no mama bien: si succiona
solo el pezón no sacará mucho. Hay que procurar que la areola del pecho también
esté dentro de su boca.
4. Si se tienen gemelos, es muy normal que al principio lloren más que otros
bebés cuando se encuentran hambrientos, ya que tienen que esperar su turno. Podemos colocar a cada uno en un pecho, ambos a la vez, y en la
siguiente toma, intercambiarlos. Si toman biberón, los ponemos en frente, sobre
un cojín y se lo damos al mismo tiempo.
5. Lo ideal es que cada gemelo tenga su propio ritmo de comida, es decir, cuando lo piden. Si su
hermano sigue durmiendo, le dejaremos hasta que se despierte. Poco a poco irán
acercando horarios.
6. Hay bebés que se duermen mamando.
Probablemente no tengan mucha hambre o aún estaban medio dormidos. En este
caso, basta con mover un poquito el pezón para que despierten y sigan chupando.
7. Si no les damos pecho, los recién nacidos tienen que aprender a tomar
el biberón. Lo mejor es que al principio sea siempre la misma
persona la que se lo dé, pues cada uno tenemos una forma diferente de darlo.
Algunos bebés se desconciertan fácilmente.
8. No es aconsejable darle nada que no sea leche.
9. Para evitar que ingiera aire, si le damos el biberón, hay que verificar que está lo suficientemente inclinado como para que
la leche ocupe toda la tetina y no haya burbujas de aire que pueda tragar sin
querer.
10. Durante cinco o diez minutos después de mamar, los bebés muestran un
interés especial por su entorno. Si lloran
después de comer, probablemente sea porque quieren juerga y nosotros no les
estamos haciendo caso. También puede ser porque tengan gases.
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